jueves, julio 20, 2006

La Comunicación como fundamento epistémico de las tecnologías (I Parte)

La discusión que se ha iniciado en relación a LEY DE INFOGOBIERNO BORRADOR 12-06-06 (MCT) me ha hecho recordar las principales críticas que se le realizaron a la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información (Ginbra-2003 y Túnez-2005). Creo que este es un documento referencial bien importante que muestra como el discurso tecnocrático definitivamente penetra en los sectores claves. En esta primera parte de mi intervención sobre tema tan importante expondré concepciones teóricas que considero importantes para posteriormente presentar una crítica y propuesta a la ley.

Por un lado quiero mencionar que hay que tener claro las definiciones que pueden aclarar el panorama que se nos presenta y lo importante que es incluir el concepto de información y comunicación como base epistémica de nuestra relación con las tecnologías.

La información ha ganado valor como como dato o restringido a la informatización sin embargo este es uno de los modos de la información. Pero la información constituye a su vez un elemento central dentro de la configuración como producción simbólica en el proceso comunicacional, aun cuando sabemos que hoy la información es conocimiento social que ha devenido en valor de cambio en el mercado al mismo tiempo que valor de signo en la cultura.

Sin embargo en la Ley y en el sentido de las TIC, la información es considerada por su valor funcional y positivo del dato y no por constituirse como producción simbólica, que está relacionada al proceso comunicacional.

La importancia de la comunicación en la configuración de una sociedad moderna –racional- y democrática, contiene dos dimensiones: la expresión y la construcción de la relación, la segunda es la que constituye realmente un proceso de creación y complejidades culturales que deben permear nuestra concepción de la tecnología en la sociedad. En la construcción de la relación implica ser, buscar la propia identidad y la autonomía. También es hacer, es decir reconocer la importancia del otro, ir hacia él. Comunicar es, asimismo, actuar. Pero también es admitir a importancia del otro, por ende reconocer nuestra dependencia de él y la incertidumbre de ser comprendidos por él.

Por otro lado la comunicación ha sido la base en la constitución de las sociedades modernas en sus principios de libertad, igualdad y fraternidad. En la libertad de constituirse como naciones y países, por la expresión de sus ciudadanos y la relación de los poderes y necesidades sociales.

Como vemos en pocas líneas la comunicación es un concepto con dimensiones culturales y políticas que pasa transversalmente y toca la construcción social. En este panorama de elaboración ubicamos la concepción tecnológica cuya intervención está menos en los resultados del material –el bien técnico- que en el vínculo existente entre esta tecnología, un modelo cultural de relaciones entre individuos y el proyecto al que se dedica esta tecnología. Si las tecnologías son el elemento evidente de la comunicación, la esencia es el modelo cultural que transportan y el proyecto relacionado con el rol y la organización del sistema de comunicación de una sociedad.

Un último concepto que quiero asomar que sería interesante discutir su posible concepción dentro de la ley es el de infocomunicación, categoría que permite comprender las dinámicas entre la tecnología y la sociedad contemporánea que se refieren a la industrialización creciente de la información, de la cultura y de los intercambios sociales, así como el rol desarrollado por las tecnologías de la comunicación acompañando los cambios sociales y culturales. El concepto de info-comunicación plantea la articulación entre economía y comunicación, entre economía y cultura. Este término se refiere tanto a los equipamientos tradicionales y nuevos como a los flujos de información y cultura procesados convencionalmente o mediante tecnologías o metodologías en el caso de la documentación o búsqueda de información.

Ideas centrales tomadas de: Bernar Miège, Anibal Ford y Dominique Wolton.

Adriana Cely