domingo, noviembre 05, 2006

La manera de apropiarse los celulares

Las cifras de uso de celulares en Venezuela son muy interesantes desde el comienzo de este fenómeno hace unos 10 años. Adriana se pregunta, qué más hacemos con los celulares y si la razón para nuestra casi adicción nacional a esta tecnología se basará en que se convierte en un símbolo de estatus. En nuestras reflexiones sobre la apropiación tecnológica el uso de celulares en Venezuela es uno de nuestros mejores ejemplos de apropiación. Primero, es necesario dejar sentado que si bien la tasa de reemplazo se podría explicar por nuestra tendencia a estar de moda y utilizar el celular como símbolo de estatus, habría que estudiar otros factores como la frecuencia de pérdida o robo que sufren los usuarios.

Luego, observemos cómo los teléfonos celulares han venido a resolver un gran problema de incomunicación en Venezuela producto de la falta de líneas telefónicas para sastifacer la demanda, la alta inversión en reemplazo de teléfonos públicos y el hecho cierto de que en Caracas se puede aplicar aquello de que "Internet no sube cerros" a "CANTV no sube cerros". Es decir que gran parte de la población de una gran urbe estaban condenados a mantenerse incomunicados desde sus hogares. Entonces el que baja a la ciudad pierde contacto con la familia que queda aislada. Deberíamos tomar en cuenta aquí la especial forma de relacionarse el venezolano con su familia, vínculo que se rompía durante las horas laborables ya que las distancias entre los sectores residenciales y las áreas de trabajo no permiten traslados a media jornada.

Así, en este contexto hemos observado cómo en Caracas se utiliza el celular de la siguiente manera: se compra el teléfono quizás en un concesionario oficial pero se lleva a otro lugar para arreglarlo o el mismo concesionario ofrece el servicio. El aparato puede ajustarse para que no siga ningún “plan tarifario” si no para cancelar sólo tiempo de “aire”. Se puede hacer que reciba dos líneas, a veces de diferentes operadoras. Se hace un uso intensivo de los mensajes de texto sobre las llamadas ya que los primeros son más económicos. Se desarrollan claves de comunicación entre los usuarios para que sólo a través del repique, sin necesidad de establecer la llamada, se trasmita un mensaje. Tanto es así que una de las operadoras denominó “Habla de una vez” a una de sus ofertas en los planes tarifarios. Cada días más programas de radio y televisión invitan a sus audiencias a participar enviando mensajes de texto que publican (en la TV) como un "scroll" en la base de la pantalla y que procesan en las emisoras con software desarrollado para ese fin.

Los fabricantes y comercializadores de esta tecnología no la diseñaron para que fuese utilizada de esta manera. Es una forma de “apropiación” porque resuelve los problemas particulares de estas comunidades, quienes le adjudican a esta tecnología su propio código de interpretación.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Ayer justamente fui invitado por el programa de Doctorado en Innovación Educativa de la Universidad de las Fuerzas Armadas de Venezuela (UNEFA) a dictar una conferencia sobre la educación virtual en Venezuela, y proponía la necesidad de hacer otras lecturas, como las que hace Neuman, sobre el uso de los celulares en Venezuela, muy a propósito de la nota de Adriana. Planteaba que uno de los grandes retos estaría en diseñar políticas públicas orientadas al desarrollo de contenidos e iniciativas educativas a través de los celulares, usando lenguajes como el XML, haciendo lo mismo que hacen los medios para captar o medir audiencias, pero con fines no comerciales. Esto nos obliga a plantear una ciencia educativa teleológica al estilo de Aristóteles.

En carne viva dijo...

Pues que interesante esto de los celulares porque en relación a usarlos más allá de lo que indica su propia lógica, es decir comunicarnos a través de llamadas, y tomando lo de Angel, justamente hace poco leí que con el i-pod se piensan distribuir contenidos enciclopédicos, esto puede ofrecerse también para los celulares, y nuestra apropiación podría ampliarse a atender necesidades que las bibliotecas no atienden...salud, Adriana